Confesión/ odio

Te confieso que la vida es una mierda sin ti, que me gustaría estar a tu lado para siempre,
ser una estúpida soñadora que creyera tus cuentos aunque me cuentes que hoy mataste a una docena de zombies.

Te confieso que si te perdoné, pero que no me di permiso para informártelo pues perdonar, para mi, es permitir que esto no se vuelva a mencionar el hecho de que hiciste puré mis sentimientos,
y yo quiero tener esa posibilidad, poder recriminarte el por que encerraste esto que sentía por ti.

Y cuando te veo me dan unas ganas inmensas de golpearte, de decirte que te odio, de decirte adiós, de que te detengas maldito loco estúpido, que dejes de mantenerte presente en mi mente con tus juegos mentales idiotas que siempre odié.

Te confieso que pierdo la calma cuando no encuentro a alguien como tu, por que extraño esa forma de dormir abrazados y sentir esa comodidad, añoranza.

Te confieso que te odio tanto por que te sigo amando, que sigues siendo un necio hasta para salir de mi corazón, te confieso que encontré a alguien mejor que tu (no, no eres tu, cállate por favor), o al menos es la ilusión que tengo.

Pero a el también lo odio, por que su corazón está tan lleno como el mío, en realidad hoy todo me molesta, desde el modo en que respiro hasta la forma en que golpea la lluvia mi ventana, odio todas y cada una de las cosas que alguna vez amé por que de alguna forma me siguen recordando a ti.

Te sigo amando, y siempre serás mi gran amor, pinche loco de mierda déjame en paz y déjame libre de tu maldita sombra y del recuerdo de la comodidad de estar a tu lado.