sábado, 5 de mayo de 2012

Verdades

Tu que sabes de la vida si no eres otra cosa que otro cobarde disfrazado de valiente,
te fue tan fácil ser cómodo y repartir culpas, disfrazar situaciones,
y yo todo el tiempo conociendo todo esto lo guarde para no lastimar tu orgullo,
esperando que con el tiempo reconocieras o al menos olvidaras tu errores.

Jugué muy bien el papel de tu tonta, hasta el límite de agotar lo poco que era yo,
quedando mínima e insignificante tantas veces a tu lado, ya no se si eso me hizo más grande.

Después de tanto tiempo, me doy cuenta que tus palabras estaban vacías,
prometiste no volver a lastimarme como otros, hoy mis lagrimas no tienen fin,
te debo la muerte de mi alma, te agradezco la fortaleza de mi espíritu.

sábado, 28 de abril de 2012

Si no morimos

Decidí odiarte con la misma intensidad con la que te amo,
para poder olvidarte necesito intentarlo al menos,
sentir repulsión ante tu nombre cuando antes no era así,
vomitarte el odio que me invento para hacerlo real.

Es tan necesario hacerlo así ya que nada más ha funcionado,
la eternidad del tiempo que te he adorado duele tanto,
que el intentar mantener limpio tu recuerdo es imposible,
es necesaria mi sangre y la tuya en un infierno personal.

Hazme un favor y muere ya del todo lo más pronto,
por más que intento ahogarte regresas desde lo más profundo,
me da un poco de paz al menos pensar que te he exiliado.

Muere ya y muere pronto para así comenzar a vivir.

miércoles, 4 de enero de 2012

Un poquito de rabia

Vamos a jugar a que nos hacemos daño
las palabras no bastaron para arreglarnos
tal vez lo que se necesita es odio.

Grita que me odias para poder reírme aunque este muriendo,
por que se mejor que nadie que mueres por besarme
y morderme al mismo tiempo para hacerme daño.

Quiero jugar como otros lo hacen,
tal vez a golpes esta vez se demuestre más pasión,
y de una vez y por todas, de una manera repentina
te aleje el tiempo de mi pensamiento.

Ni dios sabe lo que te he sufrido, viviéndote a diario
y no teniéndote cerca, fui mártir por elección
al no creerte merecedor de lo mismo que tu me dabas.

Y esta vez, después de tanto tiempo me ciega la rabia,
el sentir que insultan lo más preciado que tengo
me hace querer insultar y maldecir al viento.