En el vientre del perdón me vi durmiendo,
el arrepentimiento no cabe por al puerta,
duerme perro mientras cierro los ojos,
duerme y sueña que no existe mañana.
Y hoy el sol entró por mi ventana a medias,
me encontró mostrando mi pie desnudo,
tocó mi cabello y lo enredó entre sus dedos,
apretó mi cuello hasta que dejé de respirar.
Abrázame madre, hoy que ya no estoy aquí,
golpea mi rostro una y otra vez más,
la historia se repite si no me vigilas,
duerme perro y sueña que no existo.
domingo, 19 de septiembre de 2010
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