Y todo al ritmo de la música, siendo nosotros música, siendo un danzón que nos hace entrelazar nuestros cuerpos, ser oscuridad y luego luz que desborda pasión, que desata colores nuevos para después matarlos y, de la manera más egoísta, nunca más volver a ser mostrados.
Aterrizamos en el suelo como lluvia de fuego, para convertirnos en lava, lenta y brillante... peligrosa, deslizándose como una serpiente, enfriándonos poco a poco, separando nuestros cuerpos para volver a ser materia viva, regresar a nuestros sitios lentamente, recuperar el color, forma, textura, ropa y ser de nuevo parte de la decoración del salón.
Fuimos esclavos, música, color, lluvia, fuego, calor...
...fuimos solo decoración en un viejo salón
hey me encata tu post es taaan genial
ResponderEliminaroh la musika es genial
buen post
Wow muy buen post Lore¡
ResponderEliminarPero creo que fueron mas que la decoraciòn, fueron dos almas unidas por....descubrelo lo sabes y no lo quieres aceptar o no?
Besos¡¡muy buen post¡
tengo que aprender a bailar, no no duranguenze.
ResponderEliminarque buen relato, quiero bailar, como zaratustra
Un gusto descubrir tu espacio de palabras.
ResponderEliminarSaludos...