
Una noche como otra, me encontraba en mi cuarto... pensando en la impotencia de no poder alcanzar a las estrellas, de tenerlas en mi cuarto y jugar con ellas. Tan cansada me encontraba, de llorar, por que mis manos, no alcanzaban siquiera a tocar al viento.
un ave llegó a mi ventana. Al parecer se compadeció de mí, me concedió un deseo... me regaló un sueño.
yo le pedí...
...pajarito, pásame mi estrellita
y en el cielo, ya no hubieron más estrellas, pues tu eres cada una de ellas
y te conservo en mi almohada, besando mis sueños, junto a mi cabello y mis labio, junto a mi corazón y mi cuerpo.
Muchas gracias pajarito
Que bonito pajarito... pero no mas que el mio... :P jajajaja
ResponderEliminarel final fue desastroso,aunque empezaba a gustarme,de hecho si me agrado
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